Cuando se compra una vivienda además de adquirir la hipoteca y pagar por comisiones o tasación de la misma, también hay que pagar una serie de impuestos. Estos gastos fijos son el notario, registro de la casa y el IVA en el caso de una vivienda de obra nueva, entre otros.
Entre los gastos de la compraventa de la vivienda está el pago de los honorarios de notaría y que están regulados por el Estado. En el caso de la escritura pública de compraventa de una casa el coste está entre 600 y 900 euros dependiendo del precio del inmueble.
También se encuentra el gasto por el registro de la propiedad. Inscribir las escrituras que ha firmado el notario, también tiene un coste regulado, y puede costar alrededor de los 500 euros, dependiendo del inmueble.
Otro gasto a tener en cuenta en la compra de una vivienda nueva es el IVA, el cuál está establecido en el 10% (en Canarias el impuesto – IGIC- es del 6%) y del 4% en el caso de las viviendas de protección oficial, pero varía en función de cada comunidad autónoma y del tipo de vivienda social.
Y al IVA hay que añadir un segundo impuesto, el de Actos Jurídicos Documentados (IAJD). Este impuesto lo sigue pagando el comprador y dependerá de cada comunidad autónoma, y está en torno al 1,5%.
Luego llega el turno de la hipoteca. Todo comprador que solicite una hipoteca deberá pagar la tasación de la vivienda, según la nueva Ley de Contratos de Créditos Inmobiliarios. El resto de gastos como el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), la escrituración ante notario e inscripción del crédito en el Registro de la Propiedad lo paga el banco tras la nueva Ley Hipotecaria de junio de 2019.
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Teniendo en cuenta todos estos gastos previos, los expertos recomiendan tener ahorrado entre un 10% y un 12% del precio de la vivienda.